La condena a El Jueves moviliza a algunas organizaciones periodísticas
Infoperiodistas.info
miércoles 22 de octubre de 2014, 12:37h
La FeSP considera desproporcionado el fallo de la audiencia al guionista y dibujante de la revista y RSF pide al Supremo que aclare los límites de la crítica al Rey. La Federación de Sindicatos de Periodistas respeta la sentencia que condena a un guionista y un dibujante de la revista El Jueves por injurias a la Casa Real Española, pero considera que ésta demuestra que la justicia española necesita de un ajuste acorde a los tiempos actuales.
En un comunicado, la organización apunta que “La sátira es una de las formas históricas de la crítica y está enraizada en la tradición periodística española; creemos que, una vez más, la aplicación de la ley pura y dura sobre ella desconoce esa realidad y no ayuda a conducir a la sociedad española por los caminos de la libertad democrática”. La nota continua “Sin embargo, no es menos cierto que la autoridad judicial no ha hecho sino aplicar su criterio, cierto que subjetivo, recurriendo a la legalidad vigente; por lo tanto, lo que corresponde es que los legisladores corrijan los criterios legales que permiten sanciones de este tipo que consideramos equivocadas de país y de siglo.
Por otro lado, el secretario general de Reporteros sin Fronteras en España, Rafael Jiménez Claudín, considera necesario que el Tribunal Supremo dicte jurisprudencia que establezca los límites de la crítica al Rey, distinguiendo entre las funciones oficiales y privadas del Monarca y de la Familia Real. Jiménez ha señalado que confían en que el recurso que interpondrán los dibujantes de ’El Jueves’ contra la multa que les ha impuesto la Audiencia Nacional sirva para eso.
Según Reporteros sin Fronteras, el jefe del Estado debe gozar de una protección especial en el ejercicio de sus funciones oficiales, pero no en cuestiones referidas al ámbito privado de su vida. Jiménez ha afirmado que su organización es partidaria, además, de que haya una legislación unificada en toda la Unión Europea, a fin de que no pueda perseguirse a un periodista o un caricaturista en un país por algo que está permitido en otro.