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Miércoles 22 de octubre de 2014
Lo primero que se le puede recriminar a los teléfonos de alta gama de Nokia como el 8800 Sirocco o el 8600 Luna es que más allá de una construcción sobresaliente y un diseño muy cuidado, la mayoría de las prestaciones son bastante pobres para un teléfono de su costo. Ahora hay cambios, más o menos sorpresivamente anunciaron a la nueva generación 8800, dividida en dos equipos, Arte y Sapphire Arte.
Si bien no hay características técnicas exageradas o innovadoras, sí se nota un salto grande entre los anteriores productos y estos, principalmente por el soporte de 3G, pero también porque integran 1GB de memoria, y el display ahora es OLED QVGA. La cámara también tiene buenas novedades, porque es de 3.2MP y tienen autofocus.
Las innovaciones reales pasan por la interfaz, donde hay cosas que son prácticamente absolutas novedades para un S40. Por un lado, cuando uno toca la superficie metálica justo debajo del display, se muestra un reloj análogo, por otro, para silenciar una llamada, sólo hace falta dar vuelta el teléfono, dejándolo boca abajo. Son sólo dos gestos, pero puede ser el principio de una serie de métodos similares.
El diseño es tan cuidado como el 8600, pero con más detalles metálicos, y la sensación de mayor tamaño. Metal pulido y vidrio son los dos materiales principales, que en el Sapphire se combinan con un zafiro en el botón de confirmación del DPad, y algunos detalles de cuero (que lo terminan asemejando a un Vertu). Entre las características más importantes el press release destaca un recubrimiento especial que evitas las marcas de los dedos, hay que ver si este funciona.
El precio es, sin sorpresas, realmente elevado, porque el 8800 Arte, costará unos 1000 euros y se conseguirá a fines de este año, mientras que quienes quieran la edición Sapphire Arte, deberán esperar hasta el primer trimestre de 2008 para pagar 1150 euros.