Prnoticias.es
Miércoles 22 de octubre de 2014
Las cosas siguen revueltas en el diario Marca. La Asamblea que ya os anunciábamos ayer ha acordado por unanimidad comenzar las medidas de presión con el fin de evitar los despidos.
Y es que el equipo sindical ha confirmado que se han producido seis salidas en Marca, después de cinco bajas en Expansión y cuatro en Servicios Generales. Incluso se anuncian paros que se irán definiendo en los próximos días. Comienzan los primeros problemas para Eduardo Inda y para Pedrojota Ramírez, poco acostumbrados a movimientos sindicales.
Según ha comunicado la Sección sindical de CNT en Marca entre otras acciones, se ha acordado convocar paros para ‘demostrar que vamos en serio' y también se ha avisado a la empresa de que las medidas irán en aumento ‘si no depone su actitud, valorándose incluso la posibilidad de ir a la huelga'. El caso es que como ya os contábamos ayer, Eduardo Inda cree que la plantilla del diario deportivo está totalmente sobre dimensionado, tanto en mandos medios como en redacción.
Respecto de la mecánica de las movilizaciones, CNT ha aclarado que jurídicamente, y al igual que cuando se convoca una huelga, nosotros no debemos limitar nuestro propio derecho al paro, tan sólo hay que notificarlo a la empresa y a la autoridad laboral competente estableciendo los horarios de paro que los trabajadores hayan decidido. Esto frente a las dudas de algunos de los trabajadores sobre la legalidad de hacer las movilizaciones en los horarios en que más daño haga a la empresa.
De esta manera, después del fracaso de las bajas incentivadas a las que pocos se acogieron, sigue sobrando gente en Marca y en toda la nueva Unidad Editorial. Y es que bajo la premisa de las sinergias (que en cristiano significa cargarse gente para pagar menos sueldos y que los que quedan hagan el doble de trabajo) se han producido (siempre según fuentes sindicales) seis despidos en Marca, que se anuncian después de los cinco en el diario económico Expansión y cuatro en Servicios Generales.
Para CNT estos movimientos se veían venir. ‘No pretendíamos ser agoreros pero la experiencia de casos similares no auguraba nada bueno y el tiempo nos ha dado la razón: no se puede esperar receptividad para con los derechos y necesidades de los trabajadores por parte de unos entes empresariales para quienes sólo somos números, ‘recursos humanos' de usar y tirar', han señalado.