Juan Pablo Mateos Abarca | Miércoles 22 de octubre de 2014
Los nuevos productos que invaden el mercado (Iphone, IPAD, tablet PC), y los ya consolidados que inundan nuestras vidas (BlackBerry, terminales móviles, HTC, HP, Motorola, Nokia, etc..), permiten maneras de entender la publicidad con lenguajes ricos en medios –Rich Media- que dan alas a la creatividad.
Estos nuevos formatos, aceptan formas de visualizar la publicidad que conectan con el usuario-consumidor y le hacen participe del anuncio, le permiten jugar con él y ser miembro del consumo. El consumidor de futuro/presente puede ver una aplicación y un anuncio, entrar en el anuncio y ver la historia de la marca (véase el ejemplo de Nike que presentó Steven Jobs, CEO de Apple, a los periodistas hace poco tiempo /buscar en Internet/), una vez vistos los modelos de las zapatillas y su evolución, escoger el nuevo modelo, entrar y ver sus características, ir al comprarlas, jugar con ellas en tres dimensiones y volver a la aplicación y seguir entreteniéndose con ella. Los "Eyeblaster", "interstitial" y nombres anglosajones que definen estos microsites interactivos de intrusividad ociosa, consigue CTR ( o pulsación táctil por parte del usuario) elevados y poco agresivos.
Pero aún hay más, el “escollo” flash, que puso Apple a su sistema, está siendo superado. Empresas de EEUU ya tienen programas que convierten el Flash, con una limitación de peso, de forma automática, por deconstrucción de código, en HTML 5.0, y hacen compatible el lenguaje con el sistema IPhone Os e IPAD. Esto permitirá que Flash entre en juego en la publicidad Apple. Si fuera poco, un sistema análogo permite ya introducir anuncios flash en los terminales inalámbricos convencionales. Así pues, el flash, con toda su riqueza creativa y posibilidades, formará parte de nuestros aparatos a corto plazo.
La publicidad del futuro/presente será viva, evolutiva, rica en matices y formas, de una cretividad sólo limitada por el talento de los creadores, programadores y diseñadores. Bienvenidos a la era del futuro. Sólo la ética detendrá la publicidad engañosa, las estafas en precios, productos y variedades, las promociones con trampa y la letra pequeña de las promociones, pero esto, ha sucedido siempre…
Juan Pablo Mateos Abarca
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