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Más de 39.000 palestinos muertos en Gaza desde el inicio del conflicto

(Foto: MSF).
Sara López | Jueves 08 de agosto de 2024
Más de 39.000 palestinos han muerto en la Franja y casi 90.000 han resultado heridos desde que estalló la guerra tras el ataque de Hamás el 7 de octubre, entre ellos un gran número de mujeres y niños, según el Ministerio de Sanidad local.

Tal y como ha destacado Médicos Sin Fronteras (MSF), las operaciones militares israelíes siguen mutilando y matando a civiles e impidiendo el suministro de ayuda humanitaria vital. La población se ha visto desplazada una y otra vez, incluidos muchos miembros de su personal, que "luchan a diario por mantenerse con vida y cubrir sus necesidades básicas, como la alimentación, el alojamiento y la atención médica".

Sostienen que el sistema de salud está siendo destruido bajo los intensos bombardeos israelíes, mientras crece la amenaza de enfermedades y hambruna. Seis meses después de que la Corte Internacional de Justicia ordenara a Israel tomar medidas "inmediatas y efectivas" para proteger la vida de los palestinos y prevenir el riesgo de genocidio, "nuestros equipos ven aún más muerte y destrucción".

Para ayudar a cubrir algunas de las necesidades médicas de la población, MSF "hemos estado dando respuesta durante toda la guerra, proporcionando apoyo quirúrgico, atención a heridas, fisioterapia, atención materna y pediátrica, atención primaria de salud, vacunación y servicios de salud mental. A día de hoy llevamos a cabo actividades médicas en dos hospitales, Al-Aqsa y Nasser, y en ocho centros de salud".

Los equipos de MSF son testigos cada día la realidad de esta guerra y del terrible peaje que se está cobrando en la población de toda la Franja.

1. En Gaza no hay lugares seguros

La población de Gaza está sometida a constantes bombardeos y disparos. Las fuerzas israelíes han bombardeado repetidamente lugares designados como "zonas humanitarias", incluidos campos y asentamientos informales donde viven personas desplazadas, así como almacenes humanitarios. Hace poco más de dos semanas, "nuestros equipos en el hospital Nasser recibieron una enorme afluencia de heridos después de que los ataques israelíes alcanzaran una zona concurrida en la cercana Al-Mawasi, una zona a la que las fuerzas israelíes aconsejaron ir a la gente. Los frecuentes ataques y el uso de armas explosivas en zonas densamente pobladas han matado y mutilado a miles de personas".

Alrededor de 1,9 millones de personas palestinas se han visto desplazadas a la fuerza por la guerra: el 90% de toda la población, según las Naciones Unidas. Muchas personas han sido desarraigadas varias veces. Viven en la calle en condiciones deplorables e insalubres, en tiendas improvisadas que apenas protegen de los elementos, por no hablar de las bombas y los ataques aéreos. Son especialmente vulnerables a las enfermedades infecciosas que pueden propagarse rápidamente en condiciones de hacinamiento.

2. Las personas mueren porque se bloquea la ayuda médica y humanitaria

Desde heridas de guerra hasta desnutrición y enfermedades crónicas, "la gente no puede acceder a la atención médica que necesita".

"En Gaza no queda sistema sanitario del que hablar", y lamentan que el ejército israelí ha desmantelado de forma sistemática un hospital tras otro. Menos de la mitad de los hospitales de Gaza están operativos, mientras que las necesidades médicas de la población son mayores que nunca.

"Nuestros equipos atienden a pacientes con lesiones terribles, como amputaciones, miembros aplastados y quemaduras graves. Un número asombroso de pacientes de MSF son niños y niñas. De hecho, aproximadamente el 32% de los muertos son niños. Miles de heridos son ahora amputados, lo que a menudo requiere una serie de cirugías especializadas y una fisioterapia larga e intensiva". Además de las repercusiones directas de la guerra, también se producen un gran número de "muertes silenciosas", muertes evitables por enfermedades como el cáncer o problemas renales causados por la interrupción de servicios sanitarios críticos como la quimioterapia y la diálisis. Las mujeres embarazadas son especialmente vulnerables.

El hecho de que los suministros no lleguen a la Franja dificulta aún más el sistema sanitario, en parte debido al cierre continuado del paso fronterizo de Rafah. El asedio permanente de Israel y la obstrucción de la ayuda han impedido que la población civil reciba suministros esenciales, como combustible, alimentos, agua y medicinas. "No se trata de un problema logístico, sino político", insisten.

Entre finales de abril y mediados de julio, "MSF no pudimos hacer llegar ninguna ayuda a Gaza, lo que provocó una grave escasez de suministros en lugares como el hospital Nasser. Entre el 10 y el 15 de julio, se permitió la entrada de seis camiones con artículos médicos esenciales a través del paso fronterizo de Kerem Shalom, aunque eso es una gota en el océano frente a las inmensas necesidades de una población devastada. Los retrasos se deben a diversos factores, entre ellos el control de Israel sobre los puntos de entrada y salida de Gaza".

3. Los hospitales, el personal sanitario y los trabajadores humanitarios están siendo atacados

Los hospitales y otras instalaciones médicas gozan de protección especial en virtud del Derecho Internacional Humanitario, concebido para salvaguardar la vida de los civiles. Sin embargo, "las fuerzas israelíes han bombardeado y asaltado repetidamente hospitales y centros de salud, han atacado convoyes, han detenido a personal y han arrasado vehículos".

El personal médico no puede tratar el tipo de heridas que están viendo cuando los hospitales se convierten en campos de batalla.

Desde el 7 de octubre han muerto en Gaza unos 500 profesionales sanitarios, seis de ellos de MSF. Los equipos de MSF han tenido que huir de 14 estructuras sanitarias diferentes y soportar 26 incidentes violentos desde el inicio de la guerra.

Incluso en guerra, los hospitales y el personal médico deben estar protegidos.

4. Todos los Estados que apoyan a Israel en esta guerra son cómplices morales y políticos

"MSF hemos pedido reiteradamente a los aliados de Israel, incluido Estados Unidos, que hagan todo lo que esté en su mano para influir en Israel para que detenga los ataques contra civiles e infraestructuras civiles en Gaza", confiesan.

En mayo, un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos concluyó que, si bien era "razonable evaluar" que Israel había violado el Derecho Internacional Humanitario en Gaza, no se disponía de información suficiente para verificar si se habían utilizado armas estadounidenses en incidentes concretos que contravinieran la ley o la política de armamento de Estados Unidos. Como principal proveedor de apoyo militar y financiero a Israel, Estados Unidos tiene la obligación de evaluar si la conducción de la guerra es coherente con las leyes internacionales y estadounidenses diseñadas para proteger a los civiles y aplicar los procedimientos legales apropiados.

En reconocimiento de los devastadores daños que causan las armas explosivas cuando se utilizan en zonas pobladas, Estados Unidos y otros 82 Estados, entre ellos la mayoría de los aliados de la OTAN, han respaldado la Declaración Política sobre el Fortalecimiento de la Protección de los Civiles contra las Consecuencias Humanitarias del Empleo de Armas Explosivas en Zonas Pobladas (EWIPA). "Israel ha utilizado armas explosivas de forma sistemática en la densamente poblada Gaza, lo que ha provocado grandes daños -previsibles- a la población civil y una destrucción generalizada. MSF nos hemos unido a otras organizaciones humanitarias y de derechos humanos para instar a la Administración a que se abstenga de transferir armas explosivas para su uso en Gaza, una de las zonas más densamente pobladas del planeta", comentan.

Todos los Estados que apoyan a Israel en estas circunstancias son moral y políticamente cómplices.

5. Es necesario un alto el fuego inmediato y duradero

Por todo esto, sostienen que un alto el fuego inmediato y duradero por todas las partes implicadas en el conflicto es fundamental para evitar más muertes y heridos y garantizar que entre suficiente ayuda en Gaza.

El alto el fuego no sólo es necesario para evitar más muertes y más sufrimiento, sino que es la única forma de que organizaciones humanitarias como MSF puedan operar a la escala necesaria en Gaza y prestar asistencia eficaz en toda la Franja. "Nuestra organización está especializada en la prestación de ayuda en entornos complejos, pero el nivel de necesidad humanitaria supera la capacidad de los actores humanitarios dado el implacable conflicto y el asedio punitivo".

Según las normas y leyes internacionales, "los civiles deben ser protegidos de la violencia y tienen derecho a acceder a la ayuda humanitaria", especialmente a la atención médica.

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