El fraude ‘online’ afecta a tres de cada diez usuarios españoles, según Inteco

El informe revela que sólo el 2,1% de las víctimas del fraude ‘online’ ha sufrido pérdidas económicas, con un daño medio cuantificado de 593 euros. Sin embargo, en dos de cada tres estafas el perjuicio económico no supera los 400 euros y en el 24,8% de los casos no alcanza los 50 euros.

Según Inteco, esta cuantía es ‘relativamente escasa’ por lo que contribuye a que en muchas ocasiones los fraudes ‘no sean detectados por el usuario y por tanto no sean denunciados’. Sin embargo, destaca que otras pérdidas derivadas de este tipo de fraude son la pérdida efectiva de clientes y la pérdida de imagen corporativa y de marca.

El estudio también destaca el ‘impacto social’ que provoca el fraude a través de Internet por el freno que supone al desarrollo de una economía basada, cada vez más, en transacciones electrónicas, limitando la entrada de nuevos usuarios de servicios ‘online’.

Sin embargo, el estudio muestra que los españoles siguen confiando en Internet, ya que los servicios que efectúan a través de la Red forman parte de su estilo de vida y no pueden prescindir de ellos, valorándose más las ventajas que dichos servicios aportan que los posibles problemas.

En concreto, ante un intento de fraude, el 80% de los usuarios no cambia sus hábitos de uso de banca online y un 73,1% continúa comprando a través de la Red. Asimismo, revela que en caso de perjuicio económico no se produce un abandono masivo de los servicios y un 52,4% de los usuarios de banca y un 31,9% de compra ‘online’ no alteran su comportamiento.

RECOMENDACIONES.

Los expertos consultados en la elaboración del estudio consideran necesaria la instauración de una legislación que regule las transacciones comerciales y los flujos monetarios en Internet, exigiendo un sistema de autenticación fuerte o doble, mediante DNI electrónico, token de seguridad, tarjetas de coordenadas o avisos por sms.

Además, los expertos abogan por concienciar y formar a los usuarios, a los que recomiendan ser precavidos y desconfiados, sospechar de los mensajes escritos en otros idiomas y que contengan faltas ortográficas y gramaticales, así como realizar sus transacciones electrónicas desde un ordenador fiable.

Por otro lado, invitan a los usuarios a evitar los ordenadores públicos, principalmente cuando sea preciso introducir claves privadas, mantener protegido su equipo actualizando el navegador y el antivirus, así como instalar los últimos ‘parches’ de seguridad.

Asimismo, recomiendan entrar en la ‘web’ de las entidades financieras tecleando la dirección y no accediendo a través de enlaces recibidos en un correo electrónico. También recuerdan que una entidad financiera nunca solicitará las claves a sus clientes por correo electrónico y aconseja no facilitarlas por teléfono o fax.

Por último, invita a los usuarios a comprobar con regularidad el estado de la cuenta bancaria y recuerda que las entidades financieras legales utilizan los llamados certificados de seguridad que aparecen representados con un candado amarillo en la parte inferior del navegador. Además, recomienda actualizar las contraseñas, no tenerlas por escrito y evitar compartirlas, no responder a correos electrónicos que ofrecen ‘la panacea’ y no responder ni ‘pinchar’ en un mensaje que solicite información de carácter personal.