Los medios de comunicación, actores principales del 11-M
Prnoticias.com
miércoles 22 de octubre de 2014, 12:37h
Nunca un juicio había generado tanta expectación y confrontación mediática. Una enorme cobertura en Radio, Prensa, Televisión e Internet realizarán de la esperada sentencia. Una avalancha de informaciones que es sólo el colofón de unos atentados que han estado marcados por la presión periodística y el uso de los medios de comunicación al servicio de intereses partidistas e ideológicos.
Desde las famosas informaciones de la SER del 11 de marzo de 2004, pasando por las investigaciones de El Mundo y la COPE, los medios nunca se han puesto de acuerdo sobre la autoría de los atentados.
11 de marzo de 2004. España y Europa sufrían el mayor atentado terrorista de su historia. Más de cinco bombas estallaban en estaciones de RENFE cercanas a la Estación de Atocha en Madrid con un dramático saldo de casi 200 muertos y un millar de heridos. Fue el momento en que las televisiones, diarios y radios informaron al minuto de lo sucedido, pero también fue el momento en buscar culpables y es ahí donde los medios comenzaron a jugar el papel estelar.
¿Atentado Islamista o nuevo golpe de eta? El Ejecutivo de José María Aznar se decantó por la segunda opción, al menos durante las primeras horas posteriores al atentado. Es ahí donde la Cadena Ser apoyó desde un primer momento la autoría islamista emitiendo informaciones que dentro del PP se calificaron como perjudiciales a la investigación y tendenciosas. De esta manera, a pesar de que a pocas horas producirse el atentado, todos los medios informaban que había sido eta, los medios de Prisa comenzaron a pedir explicaciones a Aznar.
Nunca quedó clara la real implicación de la Cadena Ser en la presión mediática generada después del atentado, hasta las elecciones ganadas por Zapatero el 14 de marzo, aunque sus detractores la calificaron de fundamental para generar un clima de animadversión contra el Partido Popular, Aznar y el candidato Rajoy.
Pero las presiones mediáticas no pararon ahí. Las investigaciones periodísticas sobre el 11-M continuaron y el diario El Mundo comenzó en 2005 y 2006 una serie de reportajes en que dejó entrever que la autoría islamista no era la única implicada. El Mundo habló con implicados como Emilio Suárez Trashorras, quienes confirmaban que la autoría intelectual no era exclusiva de los suicidas de Leganés.
Nacía así la llamada teoría de la conspiración. Desde el PSOE y El Ejecutivo se culpó al diario de Pedrojota y a la COPE de articular investigaciones que sólo confundían la investigación y que estaban totalmente alejadas de la realidad. Una teoría que comenzó a ser contrarrestada por El País y por Prisa, que también tirando de hemeroteca y de investigaciones, intentaban demostrar todo lo contrario de El Mundo.
De esta manera, en momentos en que se desarrollaba el juicio (febrero a junio de este año), entramos en un espiral en que cada periódico interpretaba las investigaciones y las sentencias judiciales como les daba la gana y cómo mejor convenían a sus intereses y filiaciones ideológicas.
Vivimos situaciones tan esperpénticas como la composición de los explosivos (Goma 2 o Titadine) o de los objetos encontrados en la Renault Cangoo y la trama asturiana, entre otros. Disputas que nunca quedaron claras y que sólo confundieron a los lectores.
Hoy llega finalmente, la esperada sentencia y El Mundo ya avisaba a comienzos de semana que publicaría todos sus editoriales y los de El País, para despejar dudas respecto de su actuación durante toda esta investigación. ¿Qué nos contarán mañana los dos periódicos de mayor tirada nacional?