¿Qué es lo que atrae de Barcelona?
Carme Miró, Consejera delegada de apple tree communications
miércoles 22 de octubre de 2014, 12:37h
Barcelona vuelve a estar de moda. Y es que las buenas noticias referentes a la ciudad condal como sede de congresos y grandes eventos, no cesan: recientemente Barcelona ha sido elegida ciudad anfitriona del Congreso Mundial de Oftalmología de 2018, repite con los congresos Europeos de Respiratorio y Cardiología en 2013 y es candidata a ser la capital del deporte extremo entre 2013 y 2015, y además estos días vuelve a convertirse en la ciudad mundial de referencia de la telefonía móvil con el Mobile World Congress. ¿Qué es lo que atrae de Barcelona?
En apple tree communications pensamos que la respuesta a esta pregunta es muy relevante. Barcelona está de moda, es verdad. Pero sobre todo, Barcelona asegura una rentabilidad importante para grandes reuniones de negocios, gracias a ser una ciudad atractiva, con gancho, y con una gran eficiencia del tejido empresarial de todas las empresas y servicios que participamos en la organización de estos grandes eventos.
Por ejemplo, si analizamos el Mobile World Congress, veremos que, desde que se trasladó a Barcelona, ha experimentado un crecimiento año tras año y pese a la crisis. En el 2005, último año en el que se celebró en Cannes, el número de delegados era de 28.000, mientras que Barcelona, en tan solo 5 ediciones ha doblado este número, alcanzando los 60.000 en 2011 y manteniéndolo en 2012. Lo mismo sucede con los expositores e incluso con los periodistas acreditados, que han más que doblado. El impacto económico previsto es de 3.500 millones de euros hasta 2018, para un evento que se celebra anualmente y dura 4 o 5 días.
El dinero que se genera alrededor de este congreso también ha triplicado, pasando de 100 millones de Euros en 2006 a 300 millones en el 2012.
Visitantes, expositores y periodistas del Mobile World Congress
Acoger grandes eventos como el Mobile World Congress o el Congreso Mundial de Oftalmología, no es tarea sencilla ya que condicionan la agenda de las actividades de toda la ciudad entera. Pero Barcelona ha sabido responder tanto económicamente cómo socialmente a estas necesidades.
Un claro ejemplo es el cambio mentalidad en algunas empresas en relación a la gestión de eventos. Hasta hace poco, había empresas dónde esto era parte del trabajo de un júnior del departamento de marketing o de comunicación: un trabajo menor y puntual, que delegaban en cualquier empleado. Pero ya se ha demostrado la importancia del evento como acción, y esas empresas han empezado a plantearse seriamente en manos de quién dejan su gestión: un gran evento en Barcelona supone una gran trascendencia a corto y largo plazo.
Hará falta esperar aun 6 años para comprobar si el crecimiento económico y de asistentes se repite con el Congreso Mundial de Oftalmología de 2018. Será la primera vez que Barcelona acoja este evento que se celebra cada dos años y que suele reunir a más de 16.000 expertos de todo el mundo. Lo que de momento sí sabemos es que realmente algo tendrá la ciudad para haber sido escogida antes que otras capitales europeas de la talla de Londres, París, Frankfurt o Viena.