“RSF presenta su cuarta denuncia ante la CPI por los crímenes cometidos por Israel contra periodistas en Gaza. Los periodistas están siendo masacrados a un ritmo sin precedentes, más de 130 han sido asesinados por las fuerzas israelíes en el último año. Hemos podido establecer indicios razonables de que ha habido ataques deliberados en nueve nuevos crímenes. Mientras estos asesinatos permanezcan impunes, los autores no tendrán motivos para detenerse. La protección de los periodistas de Gaza empieza por la lucha contra la impunidad. Pedimos al fiscal de la CPI que examine y actúe sobre estas denuncias con carácter prioritario y urgente. Los periodistas gazatíes son los testigos de lo que ocurre, sin ellos, perderemos el acceso a la información sobre la situación en Gaza. Su protección es crucial”, reseña Antoine Bernard, director de Incidencia y Asistencia de RSF.
El 1 de noviembre de 2023, RSF presentó su primera denuncia. La segunda se presentó el 22 de diciembre, y la tercera el 27 de mayo de 2024. Tras las dos primeras denuncias, la oficina del fiscal de la CPI, Karim Khan, aseguró a RSF que los crímenes contra profesionales de la información se han incluido en su investigación sobre la situación en Palestina. Desde 2018, el trabajo de RSF ha sido fundamental para impulsar las investigaciones de la CPI sobre crímenes contra periodistas.
Dada la magnitud de esta tragedia, la organización ha decidido presentar una cuarta denuncia el 24 de septiembre de 2024. RSF ha documentado las circunstancias que envolvieron los ataques dirigidos contra nueve periodistas entre diciembre de 2023 y septiembre de 2024; ocho periodistas murieron y uno resultó herido.
Una matanza sin precedentes
Muhammad Mahmoud Abu Sharia, corresponsal de Shams News, una de las nueve víctimas, murió el 1 de julio de 2024 en un ataque aéreo israelí mientras trabajaba cerca de su casa. El ataque mató también a otros siete civiles.
Los corresponsales de Al Jazeera Ismail al Ghoul y Rami al Rifi fueron atacados y murieron mientras realizaban una misión el 31 de julio de 2024. La organización publicó un informe fruto de una investigación de RSF en el que examinaba la justificación israelí del crimen y las circunstancias de la tragedia.
Dieciocho días después, dos disparos de un tanque israelí mataron al periodista freelance Ibrahim Muhareb mientras informaba sobre el terreno y llevaba puesto su chaleco de prensa. Los disparos continuaron con tal violencia que su cuerpo no pudo ser recuperado hasta la noche siguiente. Otro periodista también resultó herido por los disparos, pero sobrevivió al ataque. Interrogado por RSF, el ejército israelí se limitó a responder que el incidente no había ocurrido como RSF había descrito, y se negó a dar más explicaciones.
Otras víctimas son dos fotoperiodistas, los hermanos Ayman e Ibrahim Mohamed al-Gherbawi, asesinados en un ataque selectivo con drones el 27 de abril de 2024, según la información de RSF.
La investigación en profundidad de la organización permitió establecer indicios razonables de que el corresponsal de Palestine TV Mohammed Abu Hatab y el corresponsal de Al-Istiklal Mohamed Nasr Abu Huwaidi fueron blanco de ataques israelíes cuando murieron el 2 de noviembre y el 23 de diciembre de 2023, respectivamente.
RSF pide a la CPI que investigue con carácter prioritario estos crímenes, así como el asesinato de otros más de 130 periodistas, 32 de los cuales fueron asesinados deliberadamente mientras trabajaban, asesinados por las fuerzas israelíes en Gaza desde el 7 de octubre. Además, RSF insta a la CPI que presente cargos contra los autores identificados por su investigación.
Las denuncias de la organización se basan en un amplio conjunto de investigaciones e informaciones recogidas por sus corresponsales y otras fuentes sobre el terreno, a pesar del bloqueo y los graves problemas de comunicación que asolan Gaza. Este proceso de verificación tiene en cuenta diversos contenidos, como vídeos, testimonios y documentos en línea.
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