El Gobierno francés se comunicó con AZF a través de “Libération” y la prensa guardó silencio sobre el chantaje

El grupo terrorista AZF y su reclamación al Gobierno francés de cuatro millones de dólares y uno de euros para no dinamitar la red ferroviaria del país no sólo ha provocado la conmoción entre los franceses. Además, ha sido la causa de un fenómeno que incluyó la comunicación entre miembros de AZF y el Ministerio del Interior galo a través de las páginas de “Libération”, así como el silencio sepulcral que mantuvieron todos los medios desde el mes de febrero, hasta que ayer el diario “La Depeche du Midi” decidió dar la gran noticia.

'Riesgo de atentado terrorista en el tren París-Toulouse´ fue el titular con el que “La Depeche du Midi” abrió ayer su edición para dar cuenta del chantaje al que ha estado siendo sometido el Gobierno francés por el grupo AZF desde el mes pasado y en el que la prensa también ha tenido un papel estelar.

Para empezar, porque la sección de mensajes personales del diario “Libération”, donde se publican habitualmente cartas de amor y avisos de objetos perdidos, ha sido el medio a través del cual se han desarrollado las negociaciones entre la policía francesa -con el apodo 'Suzy´- y el grupo terrorista AZF –'el lobo´- en relación a las amenazas lanzadas por estos últimos de hacer volar la red de ferrocarriles si no recibían del Gobierno cuatro millones de dólares y uno de euros.

Pero “Libération” no ha sido el único medio francés que ha intervenido en la historia de estas amenazas. Si el diario de izquierdas lo hizo por acción, otros lo hicieron por omisión, ya que, hasta ayer, ningún medio informó sobre el rumor que hablaba de un chantaje al Gobierno.

Finalmente, ayer se conoció todo cuando “La Depeche du Midi” informó del asunto en portada, iniciativa que siguieron inmediatamente después todas las emisoras de radio y cadenas de televisión. El ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, reprochó la actitud de “La Depeche du Midi”, que calificó de 'nada responsable´, ya que su Ministerio había pedido discreción a los medios franceses, especialmente a “Libération”.