Un artículo de Luis Alvariñas
Casi todos los políticos tienen un o una testaferro, en este caso la del señor Sánchez, se llama Yolanda Díaz, que le hace el trabajo “sucio”, o se creen ustedes que Yoli, a la cual le abrió las puertas del PSOE, iba ir en contra de su amigo, lo vimos en el debate, que solo faltaba de fondo de pantalla corazoncitos. ¡Ojo!, que cuando la gallega quiera o ella baile sola, se convertirá en una amistad peligrosa, si no lo es ya.