Pasado ya el 9-J el panorama de Europa parece desolador en especial el centro, salvándose del tsunami de extrema derecha tanto el norte, Finlandia, Suecia y Dinamarca, como la excepción ibérica, España y Portugal.
La derecha siempre que han existido protestas o manifestaciones por parte de sectores progresistas de nuestra sociedad las han tachado de agresivas, que van contra la libertad o atentan contra la Constitución.