El orgullo, el egoísmo y la codicia son las mayores amenazas para la estabilidad emocional humana y el progreso ético. Los que ya tienen mucho quieren mucho más, los que han acumulado armas y bombas durante muchos años quieren iniciar una guerra para vender sus productos a otras naciones. Se crean narrativas y provocaciones para inducir a individuos o grupos de todo tipo a generar una guerra por poderes. ¿Quién no ve a las potencias que luchan entre sí utilizando a países más pequeños?